Cloud Atlas
Hace mucho que no hago una reseña
de cine, ya me es difícil ir a las salas de
arte. Cinépolis ofrece poco fuera de la consigna de Hollywood. Pero esta
película en especial me dejó pensando en muchas cosas. Espero encontrar
personas que hayan visto más ángulos y que puedan complementar los míos.
Película adaptada de la novela
impresa.
Esta película tiene un marco
temporal infinito, comienza y termina en nosotros mismos como seres humanos, y
más aún, en nuestra energía común. Algo parecido al ciclo y fuerza que tiene un
Sexteto musical (El sexteto de Atlas Cloud). Plantea esa idea que somos un
infinito recurrente y nuestra existencia es eterna. Esa existencia cósmica
potencializada con los actos de amor van llevándonos hacia un destino como
humanidad, como seres emocionales amantes de todo. De igual modo también expone
el lado maligno de nuestro ser que intenta interponerse a la magnificación de
nuestra energía.
Con base en varias historias en
un tiempo parabólico. La cinta va dando brincos perfectamente editados entre cada
una de ellas. Sosteniendo un fuerte mensaje de vínculo emocional entre todas.
Esto sin duda alguna es una manera romántica de ligar la idea de una eternidad.
El arte y el amor son la perpetuidad del ser humano. El que los mismos actores
tengan un papel en cada historia da un mensaje muy profundo sobre nuestro rol
permanente en el universo. Cada obra de amor se ve reflejada milenios después
de alguna manera.
Ejemplos sobre situaciones vinculantes
durante toda la trama:
-
La pieza de Atlas Cloud en una historia, se
vuelve inspiración en la que sigue y un himno en la subsecuente.
- La anécdota de libertad en una de las historias se vuelve una película en el futuro lejano.
-
El mensaje de igualdad de la obrera coreana
llega a ser una religión en el futuro. Algo similar a la cristiandad.
-
La lucha contra la esclavitud o la discriminación en general denotan el cambio
de sociedad.
-
El amor trasciende al género, raza y a la
preferencia sexual durante cada historia. Hay amores que se reencuentran incluso a través de la eternidad una y otra vez. Con cada ciclo cósmico o un simple siglo humano.
A pesar que el mal se presenta en
cada historia, es nuestra responsabilidad trascender y continuar el flujo de
amor universal. Eso nos mantendrá vivos sin una existencia material fortuita.
Las religiones son cúmulos de buenos preceptos que giran en torno al amor. No
importa su fundador o deidad mientras sigamos firmes hacia la convicción de
vivir pensando en las personas que amamos (En amarnos todos). La revolución del
amor es natural en el ser humano y mientras uno solo tenga esa voz será
escuchado no necesariamente en este planeta o esta galaxia.