Nunca se termina de hacer pendejadas, más cuando piensas que estás madurando. Irónicamente dejarlas de hacer es dejar de aprender. Hacer cosas buenas no me ha enseñado nada, más que aferrarme al convencionalismo. Lo único que me desahoga en este mundo es cuando intento ser un irreverente social. Al fin dicen que la persona que nos quiera para toda la vida, verá un sol en nosotros así seamos unos completos imbéciles. Solo sin mamar tan cabrón con ella. Nunca te pases de la raya con quien amas ( al menos trata)
Estar dentro de una relación enceguece y ensordece. Todo lo sencillo se vuelve complicado. Estar con la persona equivocada o estar con la persona correcta es algo tan difícil de distinguir. La mayoría pasan toda la vida huyendo a ese miedo a la soledad simplemente. El amor de tu vida es la suerte de los en verdad afortunados. Más bien de quien sabe batir esa ceguera y sordera. Tenemos un concepto de pareja distorsionado a lo que en verdad nos hace falta. Creo que llevo toda mi vida buscando lo contrario. Pero en fin, no somos monedita de oro.
Conforme pasa el tiempo nos volvemos complejos o más pendejos, no sé que sea. Pero lo que es un hecho es que tiramos la vida por la borda. Me he cansado de leer, ver cine, tratar de encontrarle un sabor elaborado a la vida. Creo que estoy perdiendo la conciencia sobre lo bello en verdad. Lo más simple, el cafecito en la plaza, la caminata por el parque bien temprano por la mañana, pero no tan temprano que haga mucho frío. Hacer que el reloj se pare de lo tranquilo, dominar nuestro tiempo y momento. No sé si vuelva a amar, probablemente con tanta mierda que digo no. Pero vaya, al menos trato de ver un poco más allá de lo que yo mismo me limito ( me caga usar “ vaya”).
1 comment:
Hola! Ha pasado un tiempo sin leernos. Veo que tu blog ha evolucionado mucho y ha tomado otro camino más allá del cine. Nos seguimos leyendo y mucha suerte!
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