YA valió madres

Ya valió madres.

- Oscar no se va¡ Oscar no se va¡ Oscar no se va¡ Gritaban los amigos del buen Oscar a las dos de la mañana en una boda histórica. Acababa de realizar uno de los actos de mayor dificultad para cualquier bebedor profesional (alcohólico social). Le llamaban la cascada, consiste en pegarse el vaso a la frente y dejar caer el vino por la cara, poniendo la mano en la boca para ingerir el preciado alcohol.

Qué manera de echar a perder una corbata de diseñador italiano. Todo esto sucedía mientras su novia lloraba de la impotencia de ser dueña del payaso de la boda ( y más bien darse cuenta que vive en un circo). Y como cochecito de cuerda los amigos le pedían más y más show. Hasta que terminó siendo un torero en la pista de su amigo el más gordo (el gordo simulando un toro de ganadería de renombre). Así transcurrían los oles, carcajadas y demás miradas que lo contemplaban hacer un gran ridículo para su ya saturado currículo.

En eso que el equipo de animadores se les ocurre dar espadas inflables, gravísimo error. Sabiendo que ese grupo de amigos es conocido por sus destrozos y malacopeses alrededor de la ciudad. Un borracho sin criterio (un borracho no funcional con su entorno) a esas horas es capaz de convertir el más fino evento en todo un jaripeo o jaripedo más bien. A plena hora de los chilaquiles Oscar llega corriendo a la mesa como soldado triunfante con su espada e intentando golpear a su mejor amigo. Se ve atacado por una total falta de equilibrio y su ya muy deteriorada puntería, así que sin querer golpea seco y directo en la cabeza a la pareja de este.

Yo solo dije.

Ya valió madres. (Oscar ya se va¡ Oscar ya se va¡ )