Vivir es un azar de infinitas probabilidades. Es una incógnita lo que nos espera cada día. Un libreto que se escribe de manera espontánea, segundo a segundo. Y va descifrando una historia tan interesante como vayamos solicitándosela a nuestro destino. Uno puede hacer la situación más simple toda una aventura de grandes magnitudes. El despersonalizarse momento a momento le brinda un sabor especial a nuestra experiencia. Parece ser que por momentos todos tenemos una especial esquizofrenia o manía, ya que de cierta manera todos estamos locos.
Por la vida me he topado con cada personaje. Todos han contribuido a darle más ironía a los sucesos de mi día a día. Desde todos los tipos de borrachos nocturnos, viejitos maniáticos, fantoches de mercado, etc. Abordándome con pláticas sumamente raras, desde conflicto, exigencia, compartir su sabiduría o simplemente hacerme pasar un mal rato. Interactuar con la gente es uno de los pesos que da esta vida, es una presión al alma que necesita descanso. Quisiera poder ser un ermitaño en Times Square por momentos, pero mi profesión me lo impide.
Es impresionante el potencial que tiene el conocer personas, es el choque de mundos diferentes. Miles de millones de seres interactuando en un pequeño planeta llamado Tierra. De los pequeños momentos entre personas nacen los grandes vínculos que cambian nuestra historia. El amar a una mujer, el tener un gran amigo, el ser un buen profesionista, en fin un sinnúmero de sucesos que gracias a los demás existen en nuestro presente. Si estuviéramos solos por el mundo, qué clase de reconocimiento o éxito habría. Lo necesitamos? No lo sé, es una simple curiosidad. Ya que no me imagino aplaudirme a mi mismo o beberme una champaña en total soledad.
No comments:
Post a Comment