México y la verdadera crisis global en el 2009

El muy arraigado sentimiento de incertidumbre del 2008 parece ser que se refleja de lleno en este 2009 que comienza a medio vapor. Con un México de economía emergente que parece hacer mejor frente a estos duros momentos que el primer mundo. Viviendo a lado de nuestro vecino en desplome, México intenta mantener a su gente con oportunidades de prosperar o al menos que salga para los frijoles y las tortillas. Prender el noticiario es ver una letanía de malos pronósticos para todos. A nivel mundial se ve el panorama más gris que en décadas hayamos vivido antes. Y todo esto aunado a los múltiples apocalípticos que no hacen más que seguir sembrando el miedo a las economías ya bastante golpeadas.

México es actualmente de las principales veinte economías del mundo. Teniendo ya una fuerte influencia global en números. Pero sin duda alguna con una falta de carácter internacional para intervenir a favor de sus intereses. El progreso y la inercia de nuestro trabajo y demografía nos convertirán en una economía enorme dentro de 30 años. Y tenemos que estar preparados para hacer frente a este tipo de crisis y verlas como el momento de despuntar. Perder la dependencia que tenemos con EUA y la unión europea (Actualmente en conjunto el PIB más grande del mundo). Esto quiere decir invertir en desarrollo, infraestructura, educación, seguridad pública, deporte, combate a la corrupción. (Hacerlo con compromiso y no con miedo como Calderón)

La mentalidad de las nuevas generaciones comienza a cambiar. Y en México se respira la competitividad y el progreso. Aunque todavía no lo tenemos como un estilo de vida, ya que cargamos con lastres arraigados en diversos centros de poder. El gobierno con una corrupción y desidia enquistada frenan el paso de esta gran nación, que ha soportado saqueos desde que los españoles nos visitaron. Nuestra historia habla por si misma, y el eterno conflicto de intereses contrapuestos. (liberales-conservadores) (PRI-PAN) se sigue viviendo. En México no hay un proyecto unificado, cada partido con su discurso viejo y retrograda. Un país donde todos reman en sentidos opuestos no deja avanzar el barco nacional hacia ninguna parte.

No es mi estilo escribir sobre ideas vagas económicas ni políticas. Pero es una realidad que en México debemos de empezar a exigir trabajando por un mejor país. No tenerle miedo a las grandes potencias y enfocarnos en ser cada vez un país más civilizado, seguro y competitivo. No una tierra de bandidos que con el narco y la corrupción tienen a millones sometidos a la mediocridad. Pensemos en grande para ser un país grande y no repetir cada siglo la misma historia.